El crecimiento explosivo de las marcas importadas de cerveza –que han hecho mella sobre el liderazgo histórico de la industria nacional–, contribuyeron a que el consumo de esa bebida registrara en 2017 un nivel récord. Actualmente, uno de cada cuatro litros de cerveza que degustan los paladares de los uruguayos viene del extranjero, con consumidores que demandan segmentos cada vez mas premium, pero también variedades en lata importadas de bajo valor.
El consumo de cerveza tuvo en 2017 el mejor año desde que se llevan registros y volvió a posicionarse por encima de los 100 millones de litros, tras una pequeña caída que registrada en 2016.
Entre enero y diciembre del año pasado las ventas de cerveza acumularon un crecimiento de 13,8% en comparación al año previo, según los datos de volumen físico comercializados en la plaza local y declarados por fabricantes e importadores ante la Dirección General Impositiva (DGI) para la determinación del Impuesto Específico Interno (Imesi).
Así, en 2017 tributaron el impuesto 106,7 millones de litros, una cantidad que supera levemente el pico observado en 2012 cuando el consumo de esta bebida alcohólica había sido de 106,6 millones de litros. El volumen declarado es el más alto en la serie histórica que publica la DGI, que se inicia en 1987.
El mayor dinamismo en el consumo estuvo explicado por un leve repunte de la cerveza nacional, pero especialmente por la cerveza importada que sigue ganando espacio en el mercado.
La cerveza fabricada en el exterior comercializada en el país alcanzó un volumen total de 29,2 millones y representó el 27,4% de lo vendido en el mercado.
La importación crece de manera ininterrumpida desde 2008 cuando representaban apenas 1,4 millones de litros y su porción del mercado era de tan solo el 1,5%.
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El avance de la cerveza importada llevó a que el año pasado el sindicato de la bebida denunciara que Fábricas Nacional de Cerveza (FNC) –que tiene más del 90% del mercado– estaba sustituyendo la producción local por importada. Fuentes de FNC comentaron a El Observador "que el crecimiento de la industria cervecera responde al impulso que han tomado las marcas nacionales, que se suma a la implementación de nuevas tecnologías aplicadas a la fabricación de cerveza y a la inversión permanente para sostener un desarrollo sustentable".
Cambio cultural
El director de la consultora idRetail, Gustavo Rodríguez, explicó algunos de los cambios que su empresa ha constatado en el segmento de cervezas de la plaza local.
Según dijo, el crecimiento del volumen en la venta de cerveza vino acompañado en los últimos años de un incremento en el valor promedio por litro comercializado, más allá del ajuste que las distribuidoras suelen hacer para acompañar la suba general de los precios. "Lo que hay es en cierta medida una 'premiumización' del mercado de la cerveza en Uruguay, algo que también es transversal a otros nichos del consumo de alimentos e higiene para el hogar y personal ", resumió.
Eso implica que los consumidores están tendiendo a demandar marcas y productos con un costo mayor en detrimento del segmento mainstream (cervezas más básicas y económicas), que aún ostenta el liderazgo en el volumen total de consumo.
De acuerdo a idRetail, el segmento tradicional pasó de una participación del 81% en 2014 a 65% en 2017, mientras que el de cervezas premium trepó de 12% a 21% en igual período.
Otro de los "fenómenos llamativos" a juicio de Rodríguez –que era prácticamente desconocido en la plaza local– es el boom de las cervezas artesanales. El director de idRetail indicó que hoy es difícil cuantificar un porcentaje de participación en el mercado porque el "ruteo" de las ventas no se canaliza a través del mercado minorista tradicional (almacenes, supermercados, autoservicios), sino que llegan en forma directa a consumidores y, además, explotan su negocio a través de la gastronomía. Como un hito, en la edición número 53 de la Semana de la Cerveza en Paysandú, es un pool de cinco firmas artesanales el que comercializa esa bebida en el predio oficial con más de 100 variedades.
Por otro lado, Rodríguez indicó que en 2017 resurgieron marcas importadas con valores "muy bajos" que también ayudaron a darle dinamismo al volumen de venta. En particular, hubo marcas chinas y brasileñas con una fuerte penetración. "El mercado está creciendo tanto en las de mucho valor por unidad como en el de poco valor. Estamos frente a un nicho cada vez más heterogéneo”, afirmó.
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