En la tarde del domingo pasado, Laura Duarte (41) recibió varias puñaladas a manos de su pareja, Eduardo Hernández (52). No había denuncias previas de violencia, según confirmaron la Policía y el fiscal actuante.
El criminal utilizó un cuchillo de 20 centímetros de hoja; la mujer murió en el acto. Tras el hecho, el hombre se quitó la vida en el fondo de la casa en la que ambos vivían junto a sus hijas de 11 y 14 años de edad. Un hijo de 19 años de edad vive cerca del lugar y trabaja en una estación de servicio.
El caso causó conmoción en Sarandí del Yi (221 kilómetros al norte de Montevideo), localidad en la que vivía la familia desde hace años. Laura trabajaba como enfermera en una mutualista y en el hospital local. Los vecinos la recuerdan como una "buena persona que se preocupaba por los pacientes".
El hombre se desempeñaba como funcionario del Municipio local. Conducía uno de los camiones recolectores de residuos con que cuenta la localidad. "Hace seis años que estaba acá. Era un trabajador respetuoso, siempre dispuesto y nunca llegaba tarde", indicó ayer a El País el alcalde de Sarandí del Yi, Mario Pereira.
Además, Hernández vendía leña en su casa y tenía una pequeña quinta con la que abastecía a la familia y vendía a los vecinos. "Estaba todo el día trabajando. Yo no sé lo que pasó, para mí que se enfermó. Esto es lamentable, la congoja se apoderó del pueblo, estamos horrorizados", dijo el alcalde.
Por su parte, un médico de la Sarandí del Yi dijo que la enfermera "era una gran mujer, de cuerpo y alma, siempre atenta, sonriente, a la orden para lo que se precisara".
Ambos, eran personas "queridas y consideradas en el pueblo, participaban de actividades sociales", dijo Nora San Martín, edila y comunicadora local, que al igual que la mayoría de la población no sale del asombro por lo ocurrido.
El matrimonio explotaba un pequeño comercio que había instalado al lado de la casa.
Misterio.
No hay testigos del crimen y suicidio. Cuando ocurrieron los hechos el hijo mayor de la familia se encontraba trabajando en una estación de servicio y las hijas estaban fuera de la vivienda viendo un raid hípico que se realizaba a esa hora. Las jovencitas tuvieron que abrir la puerta a la Policía.
El jefe de policía de Durazno, Héctor Rodríguez, se mostró afectado por el hecho. "Impresiona como policía, pero también como persona y ciudadano común un hecho tan lamentable como este", afirmó.
Mientras los hijos del matrimonio realizaban distintas diligencias fuera de su casa, delincuentes ingresaron a la vivienda y sustrajeron distintos elementos, entre ellos un televisor y otros efectos del hogar y mercaderías del comercio, ubicado en bulevar Artigas, a la altura de Luis Alberto de Herrera y Ellauri. La policía local trabaja en procura de dar con los autores.
Despedida.
El velorio de la mujer asesinada se desarrolló durante dos horas. En ese lapso se registraron escenas de gran dolor, conmovedoras entre los amigos y familiares. Cientos de vecinos se congregaron en la sala velatoria de la empresa Meneses. Previamente, familiares de los fallecidos, habían solicitado a la empresa fúnebre que no se hiciera velatorio con ambos cuerpos en sala, aspecto que fue acatado por parte de la empresa fúnebre.
Tras la realización del velatorio, partió un numeroso cortejo en que iban familiares, amigos, compañeros de trabajo y ciudadanos en general. Los restos de Laura fueron sepultados a la hora 16:00 de ayer en el cementerio de Blanquillo, sexta sección de Durazno, ubicada a 70 kilómetros de Sarandí del Yi.
Mientras tanto, el féretro con los restos de Eduardo Hernández estuvo en la sala durante unos minutos después de ser traído desde la morgue de la ciudad de Durazno. Luego se le dio sepultura en el cementerio de Sarandí del Yi.
Ahora, funcionarios de la Intendencia y vecinos se encuentran trabajando en atender la situación social de los tres hijos del matrimonio.
Presidente.
Mientras tanto, en la mañana de ayer el presidente Tabaré Vázquez mencionó el femicidio ocurrido en Sarandí del Yi durante la rueda de prensa previa a ingresar al Consejo de Ministros en Playa Pascual. Con este nuevo crimen, ya son diez los femicidios ocurridos en territorio uruguayo en lo que va del año 2018.
"No podemos poner un policía en cada casa para controlar la violencia doméstica que pueda existir", dijo Vázquez.
El primer mandatario aseguró que "tenemos que desarrollar todas las acciones necesarias, educativas, sociales, culturales, médicas, para tratar de evitar este flagelo tan lamentable y repudiable como es el femicidio o la muerte de niños".
Ayer se sumó un nuevo crimen. Se trata de una pareja de ancianos compuesta por un hombre de 90 años y una mujer de 96 que vivían en Villa García. El hombre disparó sobre la mujer con un revólver calibre 22. Declaró a la Policía que la mujer le pidió que la matara.
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